El tomate seco se consigue secando tomates maduros al sol. El lento proceso de secado hace que los tomates pierdan su humedad interior pudiendo llegar a perder casi el noventa por ciento de su peso inicial. La disminución de volumen hace que el sabor se intensifique elaborándose de esta forma un condimento ideal para carnes, pasta, ensaladas, arroces...
Son muy populares en las cocinas mediterráneas, pero sobre todo en la italiana, donde es habitual ver los tejados de las casas llenos de estos tomates secándose al sol.
Los probé en Stuttgart hace 15 años (preparados por una amiga de Nápoles) y desde entonces no he dejado de prepararlos.
INGREDIENTES
. 1/2 kg de tomates secos
. 2 latas de aceitunas negras (sin hueso)
. alcaparras al gusto
. orégano al gusto
. 4 dientes de ajo cortados muy finos
. 1o 2 litros de aceite
. tarros de cristal (los necesarios)
PREPARACIÓN
- Esterilizamos los tarros. Llenamos con bastante agua una cacerola y ponemos a hervir los tarros con las tapaderas durante 20 minutos (tienen que estar totalmente cubiertos).
- Después los sacamos con unas pinzas sin tocarlos con los dedos. Los ponemos boca abajo y los dejamos secar.
- En otra cacerola ponemos bastante agua y esperamos a que empiece a hervir. Añadimos los tomates y apagamos el fuego. Dejamos los tomates 20 minutos dentro de la cacerola para que se hidraten.
- Escurrimos los tomates. Cogemos bandejas y encima de cada una ponemos papel de cocina. Uno a uno vamos colocando los tomates boca abajo y los dejamos secar durante 24 horas.
- En un bol vertimos el aceite y añadimos las aceitunas, el orégano, las alcaparras y los ajos. Mezclamos todos los ingredientes.
- Cogemos los tarros. Vamos poniendo capas de tomates (sin tocar el tarro por dentro con los dedos) y echamos una pequeña cantidad de aceite. Repetimos esta operación hasta que tengamos el tarro lleno.
- Importante: los tomates tienen que estar completamente cubiertos por el aceite si no podría formarse moho.
- Cerramos bien los tarros y los dejamos a temperatura ambiente al menos durante una semana antes de consumirlos.
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